5 tipos de niños en festivales
Después de hablar de los 5 tipos de padres groupis festivaleros, hoy os quiero hablar de los 5 tipos de niños con los que nos encanta disfrutar cuando estamos en festivales las ranitas de Froggies.
Como imaginaréis, podría dividirlos en 5 o 5.000 tipos de niños, así que lo he dejado así, resumidito y espero que divertido, para completar el anterior post de padres y madres. También parto de la base de que no soy partidaria de clasificar, aunque en esta ocasión me parecía divertido poder reflexionar acerca de nuestro papel de cara a la infancia.
Aquí va mi selección:
1. Niño auténticamente niño. Niño movido, divertido, nervioso, sorprendido al verse su carita de fantasía, niño contento, niño orgulloso, niño feliz, niño que sabe disfrutar, niño que puede ser niño la mayor parte de su tiempo. Y niño que además, se va conociendo y puede, poco a poco, ir entendiendo este mundo raro en el que vivimos los mayores (aunque a veces ni nosotros los comprendamos).
2. Niño que es niño casi siempre salvo cuando algún adulto no sabe gestionar su frustración. A este niño le vemos jugando a menudo; aunque en las situaciones donde sale su otro niño desde la rabia, impotencia, frustración, miedos o enfado, el adulto no sabe acompañarle respetando sus emociones, y acaba por no comprenderlas y por lo tanto, a veces no actúa como a él le gustaría. Este adulto suele mejorar asistiendo a terapia (doy fe 😉
3. Niño que deja de ser niño muy pronto. Niños que se sienten mayores antes de su tiempo. Niños y niñas que con pocos años no fantasean, no viajan y se sienten ridículos en algunas ocasiones. Estos niños adoptan habitualmente roles de adultos y tienen demasiadas responsabilidades adultas en su vida de niño. ¿Por qué crees que puede ser?
4. Niños que nunca dejan de ser niños. Estos me encantan y a menudo acompañan a sus hijos en sus aventuras. Viajan a mundos imaginarios, tienen superpoderes, se ponen vestidos y faldas de purpurina, y saltan en charcos de barro con y sin chubasquero.
5. Niños hijos de bloggers. Este último me divide el corazón. A veces siento que son los niños más felices del mundo por la cantidad de eventos y actos sociales a los que asisten; y sin embargo en otras ocasiones, siento que las responsabilidades de sus madres (pocas veces padres), les privan de un ritmo más lento y también de una atención mayor.
Este último grupo es el que más reflexiones me genera, ya que mi hija Cloe también lo ocuparía, junto con el 1 y el 2 y el 4… ¡Qué interesante!