II Encuentro Froggies (Sueca, Valencia)
¡Por fin! ¡Era el día! Todas las ranitas partíamos desde cada una de las ciudades Froggies para encontrarnos en una charquita común en Sueca (Valencia). Eran reencuentros muy esperados.
Besos, abrazos y sorpresas ¡Instantes mágicos! Si algo quedó claro desde el primer momento, es que había mucha magia en esta gran familia.
La noche del viernes, nos sirvió para asentarnos y achucharnos, además de no parar de hablar y reír.
El viento nos dejó dormir y el sábado amanecimos entre limoneros y naranjos en una estampita muy valenciana. El día empezó conectando el cuerpo y la mente con una clase de yoga dirigida por nuestra ranita isleña Amaia. ¡Qué bien, con lo que nos gusta el yoga!
Con el estómago lleno, abrimos las orejas para escuchar a mamá ranita hablar sobre la importancia y el respeto que hay que tener por los niños. Y como no podía ser menos, pasamos la mañana con dinámicas muy divertidas de la mano de la ranita Inés (Mallorca) y la ranita Aratxa (Madrid)
¡Y ya era hora de salir a jugar! En la calle hacía un tiempo ideal con solecito y una brisita fresca. Nos hizo tan buen día que se nos ocurrió viajar al espacio. Y así fue, nos subimos a la nave Rocket y dimos rienda suelta a nuestra imaginación. Cuando regresamos a la tierra estábamos hambrientos, pero las ranitas Luis y Sintas, ya nos tenían todo preparado.
¡Menuda comida más rica! ¡Bravo por los cocineros! ¡De rechupete!
Por la tarde, nos sentimos a nosotros mismos conectando con nuestros sentidos y sentimientos en una sesión dirigida por la ranita Leti (Madrid). Nos convertimos en bebés que exploraban el mundo y también practicamos a identificar las emociones. ¡Mucha intensidad emocional! Todos lo pasamos genial descubriéndonos.
¡Momento a tope de power my friend! La ranita navarra Egoi llegó con su taller de música para que entre todos compusiésemos una canción muy cañera. Cantamos sobre naranjos, sobre la ranita buggy buggy de ciudad que no se puede mojar, sobre una rana que tocaba un cachivache en un rama de un universo feliz. ¡Qué loco suena! Seguro que muy pronto la escucháis 😉 No paramos de reír y cantar durante horas. Antes de irnos a dormir, disfrutamos del calor de la chimenea al ritmo de guitarra.
¡Ya era domingo! ¡Cómo pasa el tiempo cuando se está a gusto! Esta vez, Amaia nos enseñó una sesión de yoga para niños con canciones divertidísimas y muy dinámicas. Además sacamos palabras de nuestros corazones y nos sentimos todos uno, en una despedida muy emotiva. Con esta atmósfera de confianza y bienestar, nos dimos un masaje relajante que terminó con una palabra que lo resumía todo: “Gracias”.
Llegó la hora de volver saltando, croando y silbando a las ciudades Froggies. Decimos hasta pronto a la familia de Cris, Sintas y la peque Cloe; a Inés, Miriam y la familia de Amaia, Luis y Kai de Baleares; a Egoi y Bea de Navarra; a Lara de la charquita de Sevilla y de Badajoz, a Estela de Barcelona, a Ari y Alba de Zaragoza; a Rocío, Mar, el juguetón de Hugo, Fer y Kiko, que vinieron a acompañarnos, de Valencia; a la familia de Leti, David y la peque Vera y a Arantxa, Agus, Mario y María de Madrid; y también a Miguel que vino a grabarnos un vídeo sobre nuestras aventuras. Decimos hasta pronto también a La Closa con sus naranjos y limoneros que nos sirvieron de refugio este fin de semana…
… Hasta pronto, ¡ranitas de mi corazón!…
Alba 😉