Salud: Consejos para disfrutar del verano
Se acerca el verano, las vacaciones, un tiempo en el que podremos estar más tiempo con nuestros hijos, disfrutarlos más, jugar más… Y para aprovecharlo lo mejor posible, y de una manera saludable, hemos querido preparar unos cuantos consejos:
El primer consejo es más una consigna de seguridad, que yo suelo llamar “al agua patos” o “consigna de acompañamiento en mojado”. Un niño, cuando hay agua de por medio, tiene que estar acompañado por un adulto SIEMPRE. Y el adulto no puede estar fuera del agua, sobre todo en las piscinas “de mayores”, tiene que estar dentro del agua y al lado del niño. Esta consigna de seguridad es más importante cuanto más pequeño es el niño. Porque los niños cuando se hunden en el agua, se asustan. Y cuando se asustan, intentan respirar. Y si están sumergidos, lo que respiran es agua. Y si respiramos agua nos ahogamos.
Por desgracia, todos los años tenemos que lamentar ahogamientos por no seguir esta simple consigna de seguridad. No basta que el niño esté en la piscina de pequeños. No basta con que estemos “cerca”. No basta con que en la piscina haya un socorrista. Un niño que no sabe nadar necesita a su padre o a su madre AL LADO, en el agua con él o ella. Un niño que sabe nadar necesita al padre o madre pendiente de lo que hace, porque si alguien se tira del trampolín y le arrastra, o simplemente si le da un calambre, el niño no es capaz de reaccionar como un adulto, se asusta y se hunde mucho más rápido.
Así que, ése es mi primer consejo, en la piscina, nos bañamos al lado de nuestro hijo.
El segundo consejo es la protección solar. En menores de 6 meses la protección debe ser física, con sombreros, camisetas y sombrillas. Los dermatólogos desaconsejan las pomadas de protección solar en menores de 6 meses porque su piel es muy finita, y la mayoría de estas pomadas contienen metales pesados.
A partir de los 6 meses se puede usar una crema de protección solar. En los niños la protección debe ser siempre 50+, y hay que aplicarla media hora antes de la exposición (media hora antes de bajar a playa o piscina, o de salir al campo), y renovarla cada hora. Yo recomiendo cremas de protección realizadas con ingredientes naturales y con filtros físicos, no químicos. En estas páginas tenéis una información bastante completa, incluso con marcas de protectores solares:
http://www.equimercado.org/cosmetica-natural/proteccion-solar/
http://www.misrecetasanticancer.com/2013/06/el-protector-solar-ideal-sin-toxicos-ni.html
El tercer consejo es aumentar la hidratación. Y hablo tanto “por fuera” como por dentro. Cuando un peque sale de una piscina, sobre todo si es clorada, hay que ducharle bien y echar aceite de oliva, de almendras, o crema en todos los pliegues del cuerpo. Nos ahorraremos los molestos eccemas por roce que pueden propiciar los restos de cloro. Pero incluso en piscinas de sal o en el mar, es aconsejable terminar el baño con una buena ducha y un masajito con aceite o crema hidratante, el calor y el agua al evaporarse nos resecan la piel.
Por supuesto, a la hidratación “externa” hay que sumar la hidratación “interna”, hay que ofrecer agua o zumos naturales cada poco tiempo, y por supuesto si todavía damos pecho, lo normal será que el peque pida mucho más en verano, precisamente por esa necesidad de hidratación.
El cuarto consejo tiene que ver con las molestas picaduras, tan frecuentes en ésta época. Para evitar las picaduras de insectos, lo ideal es cubrir las camas o cunas con mosquiteras. Pero aún así se producen picaduras, sobre todo en excursiones, en las piscinas y en los ríos. Una vez que aparece la picadura, lo ideal es tener alguna pomada de amoníaco a mano (tipo after bite), enfriar con paños fríos la zona de la picadura, poner el amoníaco, y evitar que el peque se rasque. Cuanto más se rasque, más se extiende el veneno, y más aumenta la picadura, por la reacción histaminérgica (la histamina es una hormona que producen los macrófagos, unas células de defensa de nuestro cuerpo, y provoca una dilatación de los vasos sanguíneos alrededor de la zona del veneno, con el enrojecimiento y la hinchazón típica de las quemaduras). La reacción se produce tanto al veneno como al rascado.
No recomiendo las pomadas antihistamínicas, tipo alergical, pues muchas han provocado reacciones alérgicas ( podría pensarse que es curioso que una pomada antialérgica provoque alergia… pues es más frecuente de lo que parece). Lo mejor son las medidas físicas (frío y evitar rascado), pero si la picadura es muy grande y molesta puede que precise una crema de corticoides, en tal caso deberá ser valorado por un médico que se la recete.
Y el quinto consejo tiene que ver con el sentido común… que como dice mi esposo, demasiadas veces es el menos común de los sentidos: En las excursiones, tanto si vamos a hacer un paseo largo por la playa, o vamos a salir al campo, como si vamos a dar una vuelta por la ciudad, es fundamental planificar bien, especialmente cuando vamos con niños.
Cuánto dura la ruta, su dificultad, planificar el avituallamiento (no se debe salir al campo sin agua y comida, lo ideal son las barritas energéticas de cereales o los frutos secos), y sobre todo llevar un calzado y una ropa adecuada. A los niños les encanta explorar y conocer sitios nuevos… Somos los adultos los que les tenemos que enseñar a hacerlo reflexivamente y con conciencia.
Llevar protector solar si vamos a pasear por el campo o la ciudad (no se suele olvidar en la playa… ¡¡pero es que el sol quema en todas partes!!), llevar ropa seca de repuesto o bañador de repuesto si vamos a cruzar un río, llevar una navaja y cerillas para hacer un fuego si nos perdemos… Son precauciones básicas si vamos a hacer una ruta en una zona que no conocemos bien, pero que por desgracia se olvidan demasiado a menudo.
Y una vez dicho esto, creo que he cubierto las contingencias que nos pueden provocar problemas con mayor frecuencia durante el verano. ¡Ahora a disfrutarlo mucho!!