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Consultoría de
marketing lúdico
con Cristina Saraldi

Acciones que mejoran la experiencia del cliente a través del juego

¿Qué es el marketing lúdico?

Son invitaciones al juego que realizamos a nuestros clientes para mejorar su experiencia, crear un impacto que va más allá del consumo y fidelizarlo.

Y lo hacemos porque...

Crea comunidad

El buen marketing lúdico conecta a tu clientela con la historia y el para qué de tu negocio, creando un sentimiento de comunidad en torno a tus valores.

Es divertido

Es divertido de diseñar, de implementar y sobre todo, de experimentar para tus clientes.

Y para que así sea, nos estrujamos los sesos y despertamos la creatividad para huir de las ideas complicadas o que consumen demasiados recursos.

Es ético

Podemos hacerlo bien y queremos hacerlo bien. Sobre todo cuando se trata de marketing infantil.

Y lo mejor: cuando lo hacemos así es fácil lograr una diferenciación absoluta de tu competencia.

Y el márketing lúdico, ¿para quién es?

Para organizaciones o negocios con propósito, como por ejemplo:

Estas son algunas de las marcas
para las que he ideado Márketing Lúdico

Soy Cristina Saraldi, la ideadora del concepto Marketing Lúdico

Para casi todas las personas, la idea de marketing lúdico dibuja en su mente una cajita, un menú con dibujos y unos colores que se entregan a las niñas y los niños en los restaurantes.

Yo estoy convencida de que podemos hacerlo bien sin complicarnos la vida.

Con una dosis de creatividad y juego consciente podemos lograr un impacto enorme en las personas que acuden a tu negocio.

¿Por qué contar conmigo
para impulsar a tu equipo de márketing?

Porque he desarrollado media vida profesional en en medios de comunicación, tele y publi. 

De todo esto sé un rato.

Porque llevo desde 2009 profesionalizando el juego infantil y adulto.

Y sé que funciona.

Porque valoro a tu clientela como las personas inteligentes que son. 

Y eso te lo agradecen.

Cuéntanos cómo podemos ayudarte

Rocío Hernández

Desarrollo de Negocio

Érase una vez… el destino, que hizo que un día froggies se cruzara en mi camino para recordarme lo bonito que es crear.

De pequeña soñaba con… ser médico 😉

Se me da requetebién… escuchar. Creo que es súper importante el escuchar para poder entender mejor al que tienes enfrente y poder sorprenderle.

Mi helado preferido es de… ¡hielo! Soy mucho mas de heladitos de hielo que de leche… Viva el Calipo de fresa

Me divierte la palabra… chirimoya. Recuerdo una noche de primavera en la época universitaria, organizando un viaje con amigas, estábamos haciendo la reserva de vuelos para ir a Mallorca. No teníamos internet así que estábamos al teléfono haciendo la reserva. Cuando el chico de la aerolínea preguntó por una contraseña para la reserva, la primera palabra que se me ocurrió fue Chirimoya. De pronto nos entró la risa floja a todos (incluido el chico al otro lado del teléfono). Desde entonces me encanta la palabra.

Si inventara un juguete sería… de madera, seguro. Me gustan los materiales naturales: madera, lana, telas, tierra, piñas…

Del baúl de mis recuerdos rescataría… un viaje a Costa Rica con mis padres, años 90. Yo tendría unos 12 años. Viajamos durante casi un mes con un coche alquilado por gran parte del país. Recuerdo desayunar zumo de sandía y tortilla ¡rodeada de ranas, lagartijas y monos!

Mi planeta imaginario… tiene mucha agua, plantas, colores y aire fresco.

Dentro de 20 años me imagino… disfrutando de lo que hago, teniendo tiempo de viajar y disfrutar con familia y amigos.

Para mí la infancia es… inocencia, ilusión y sorpresa.

María​ Sanz

Froggies Tenerife

Érase una vez… un pajarito “canario” que se convirtió en rana.

De pequeña soñaba con… ser grande. Ahora sueño con ser pequeña 🙂

Se me da requetebién… pasármelo bien (jeje).

Mi helado preferido es de… ¡¡CHOCOLATE!!

Me divierte la palabra… canchanchán.

Si inventara un juguete sería… ¡Uy! No sé qué juguete sería pero sí qué tipo: sostenible, didáctico y creativo.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… todas y cada una de las personas que me han aportado felicidad.

Mi planeta imaginario… ¡mucho verde froggies!

Dentro de 20 años me imagino… feliz, muy feliz disfrutando de la vida 🙂

Para mí la infancia es… un periodo en el que la magia no tiene…

Begoña

Coordinadora

Érase una vez… una niña que soñaba con crear, con escribir, con jugar con las historias que surgían de su imaginación. Érase una vez una niña que, a los 12 años, escribió un libro de cuentos que guardaba tímidamente en un cajón sin enseñárselo nunca a nadie, por temor. Érase una vez una niña que creció, que venció al temor, que se hizo actriz y cuentacuentos y que, tras ello, permitió a la mujer en la que se había convertido seguir jugando como la niña que siempre había sido.

De pequeña soñaba con… ser profesora, actriz y escritora.

Se me da requetebién… transmitir, compartir y contagiar a los demás mi pasión por la interpretación, los cuentos y los juegos.

Mi helado preferido es de… menta con chocolate.

Me divierte la palabra… Hipopótamo. Si juegas a pronunciar con más énfasis algunas sílabas frente a otras se convierte en un juego de lo más entretenido en el que la propia palabra adquiere significados imposibles y divertidos. Os invito a probarlo:
hi-PÓ-potamo
hipo-PÓ-tamo
HÍ-popotamo
hipopo-TÁ-mo

Si inventara un juguete sería… un juguete de creación de historias y construcción de personajes.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… cuando mi abuelo Eloy, tras verme por primera vez sobre un escenario, a sus 90 años, me dijo: “Pase lo que pase, tú no te rindas nunca”.

Mi planeta imaginario… es un planeta verde, con aire limpio, mucha comprensión y escucha entre sus habitantes, mariposas y música suave por las calles.

Dentro de 20 años me imagino… más viejita por fuera pero con la misma energía infantil y alegría de vivir por dentro.

Para mí la infancia es… Felicidad, sueños, aprendizaje y crecimiento.

Egoi Saraldi

Director Financiero

Érase una vez… un mundo mejor.

De pequeña soñaba con… NBA.

Se me da requetebién… tratar con la gente.

Mi helado preferido es de… limón.

Me divierte la palabra… Agustín.

Si inventara un juguete sería… Lego.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… mi año Erasmus.

Mi planeta imaginario tiene… poca gravedad… ¿para qué tomar la vida en serio, si al fin y al cabo no saldrás vivo de ella? Groucho Marx.

Dentro de 20 años me imagino… como un experto soñador.

Para mí la infancia es… jugar, reir, disfrutar… y sin darte cuenta… crecer.

Cristina Saraldi

Directora General

Érase una vez… una ranita llamada Dorty que cobró vida tras recibir un lindo abrazo. Desde entonces, Dorty confiaba en sí misma y en recurrir a los demás para conseguir cumplir cada uno de sus sueños. Tanto tanto, que con sus propias manos construyó un barquito con cáscara de nuez y se lanzó a surcar los mares. Aún hoy, sigue navegando por los confines de sus diversos mundos…

De pequeña soñaba con… ser escritora y presidenta del gobierno (¡¡¡¡Toma ya!!!!)

Se me da requetebién… iluminar mi vida y la de los demás. Crear con ese propósito y sentir desde ese lugar.

Mi helado preferido es de… sorbete de ranas.

Me divierte la palabra… esternón. Sin embargo, lo que más me gusta son los juegos de palabras y las rimas. Y me encanta que croar, criar, crear y crecer empiecen igual… (¡¡y Cris!!).

Si inventara un juguete sería… un tele-transportador con purpurina de colores. Y si contamos un juguete hecho con mis manos, ya lo he inventado: un calendario semanal para mi hija, que así va identificando los días poco a poco. Creo que iré inventando más según las necesidades que me vayan surgiendo como madre.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… las horas de juego con mis hermanos y mis papás. Sin embargo, las que más me vienen a la cabeza son las pasadas con mi prima Inés y mi vecina María construyendo ciudades y relaciones con nuestras muñecas.

Mi planeta imaginario… tiene mucha agua, árboles con copas de corazón y playas de todos los colores. No habría coches más que para viajar. El vehículo sería la bici y las personas se tratarían con respeto. Mi planeta imaginario está regido por el amor y no hay dinero. Todo funcionaría a través del trueque. Se entendería la vida como una mezcla de relaciones y experiencias que nos harían a todos crecer. Los niños estarían, sin duda, valorados y se les escucharía y tendría en cuenta a la hora de cualquier decisión de la comunidad.

Dentro de 20 años me imagino… feliz, con vistas al mar y pudiendo dedicarme al menos un par de horas al día, a mí misma y a los míos. Me veo co-dirigiendo Froggies y disfrutando mucho de todo lo que hago. Porque como dice mi madre, lo compartido sabe mejor.

Para mí la infancia es… la etapa más mágica de la vida en la que se forman los recursos que obtendremos en la vida adulta. Creo que es indispensable que sigamos siendo niños “por siempre jamás”.