La maternidad en mi vida

Este post puede ser de lágrima fácil o quizás de reflexiones sensatas. No sé qué saldrá de él pero con este título que me proponen, me vienen a la cabeza infinidad de aventuras, de sensaciones, de emociones y de aprendizajes.

Me convertí en madre en 2011, cuando llegó Cloe a mi vida cargada de lecciones. Una gran maestra que vendría para ponerme mi mundo patas arriba o mejor dicho patas abajo.

Nunca creí que ser madre era lo que es. Y tuve la suerte de encontrarme en una burbuja llamada consciencia que me llevó a replantearme, no sólo los cimientos de la crianza y la educación; sino los de mi propia vida. De mí como persona, de mi papel en el mundo y del papel de Froggies en esta vida.

Cloe fue la artífice del cambio. Del cambio en mí y del cambio en cada uno de los proyectos que llevábamos a cabo dentro de Froggies.

Ella fue la responsable de que me formara en distintas pedagogías alternativas, en el maravilloso arte de contar cuentos, en asesoría de lactancia, en masaje infantil, en organización, en ocio, en juego y en tantos y tantos aspectos dentro del desarrollo infantil y por lo tanto familiar.

Gracias a ella he devorado libros de psicología, de niños, de sistemas familiares, de abrazos, de llantos, de rabietas, de juego, de creatividad…

Gracias a ella sigo blogs que me enseñan cada día.

Gracias a ella soy bloggera; y gracias a ella tengo amigas que jamás pensé que tendría. Amigas con las que comparto, no sólo mi día a día, sino mis reflexiones y aprendizajes del alma. Esos que no se ven pero que sí se sienten. Esos que te hacen dudar y que gracias a compartirlos, los integras y digieres.

Y gracias a ella tengo mi tribu. Y no sólo una, sino varias. Que me acompañan, me enseñan y me escuchan, ayudándome a ser mejor persona y por lo tanto, mejor madre. Y aunque a veces me siento la peor del mundo, sé que también es parte del camino.
Y gracias a Cloe sé que no sé nada. Sólo sé que soy mejor persona y que me quedan muchas sombras aún por conocer. Y que, para mí, ser madre es lo mejor del mundo. Y que, para mí, ser madre también es de lo más difícil-intenso-arrollador-oscuroyluminoso.

Y gracias a Kian, que lleva ya 8 meses en mí, sigo creciendo. Encontrándome a mí misma y encontrándome con gente nueva en mi vida. Nuevas y antiguas personas que vienen y van. A día de hoy, sólo deseo tener el parto que quiero y seguir aprendiendo a ser mamá día tras día.

Porque la maternidad es el mejor regalo que he podido tener. Y no puedo más que estar muy orgullosa de ser capaz de vivir mi maternidad desde la consciencia y el amor. Reconociendo mis errores y procurando mejorar día tras día. Gracias Sintas por hacerlo posible y gracias Cloe y Kian por habernos elegido.