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Cómo te cambia la vida la maternidad: testimonios de mamás Froggies

En junio suelen pasar cosas bonitas: comienza el verano, las vacaciones y, sobre todo, empezamos a disfrutar de todo lo que implica pasar más tiempo con nuestros hijos.

Es momento de reflexión y de poner consciencia en el trato que ofrecemos a nuestros hijos. Que la maternidad te cambia, es una realidad. Que a cada uno le toca de manera diferente, otra. Y que en Froggies nos despierta, no sólo en el día a día con nuestros hijos, sino en la manera en que acompañamos a los niños con los que trabajamos, también.

Así que, en el momento en el que estamos, en plena efervescencia de cambios en Froggies, hemos decidido publicar un post con los testimonios de las mamás ranitas y colaboradoras ranitas sobre cómo te cambia la vida la maternidad.

Sin más preámbulos, allá vamos.

Así te cambia la vida la maternidad

Leti, directora de Froggies Madrid

Cómo te cambia la vida la maternidad
Para mi, la maternidad ha supuesto que ya jamás, ni un solo segundo de mi vida, ni por un momento mínimo, pueda sentir que no tengo nada por lo que no sonreír literalmente o por lo que vivir, luchar, esforzarme. No sé explicarlo bien, pero voy a intentarlo.
Cuando era pequeña (y no tan pequeña) cosas como que venían los reyes magos, o que era mi cumple, o que empezaban las vacaciones me llenaban por completo. Estas cosas hacían que todo girara en torno a ello, y me hacían absolutamente feliz. Lo malo es que cuando ya pasaban, me ponía triste, se me pasaba ese subidón.
Desde que me convertí en mamá, esa sensación es diaria, ¡a todas horas! El hecho de tener a Vera en mi vida supone todo ese subidón y motivo brutal por el que sonreír cada mañana aunque sea madrugón, no haya dormido bien, o tenga un día de estrés total. Leti, directora de Froggies Madrid. Mamá de Vera y de una estrella más.

Ari, directora de Froggies Zaragoza

“No creo que la maternidad te cambie, sino que te hace crecer y descubrir cómo es el amor a un nivel que nunca habías imaginado. La maternidad me sirve para conocerme cada día un poco más, para aprender de los momentos nunca vividos, para reír y sonreír por las cosas más sencillas, algunas veces hasta llorar por ellas.

Pero sobre todo para saber el verdadero valor de las cosas, y lo realmente importante en esta vida. Hace poco escuché cómo definían la maternidad en una sola palabra “infinito”, y así la veo, infinitamente agradecida”. Ari, directora de Froggies Zaragoza. Mamá de Mía, nacida en septiembre 2016

 Cómo te cambia la vida la maternidad

Maria Arroyo, monitora de IKEA Smaland

“No se si en una sola frase (o dos) podría explicar cómo ha cambiado mi vida la maternidad, bueno cómo la ha cambiado Emma. Yo toda mi vida he querido ser madre y no sabia que era algo tan duro, tan complicado, tan difícil,  tan bonito,  tan increíble, tan satisfactorio, algo tan… lo definiría como algo tan contradictorio.
Unaexplosión de sensaciones y sentimientos cruzados. No pensé nunca que se podía querer a alguien de esa manera y menos aún que mi vida sería Emma. Yo con lo dormilona y perezosa que soy. ¡Quien me a visto y quien me ve!. Creo que mi vida ha cobrado sentido gracias a un ser pequeñito que todas las mañanas me despierta con su mejor sonrisa y mimos.
Ser madre te hace tener más miedos que nunca y dudas pero a la vez sentirte la persona más fuerte del mundo. Hasta que no he sido madre no he empezado a entender a mi madre (y todas las madres de mi entorno) y valorar lo difícil y maravilloso que es. Es algo muy difícil de explicar que hay que vivirlo y sentirlo.
Antes buscaba tener mi vida organizada, planeada… a largo plazo o medio plazo. Ahora mi vida está patas arriba. Es sorprendente cada día,  cada hora y cada segundo, ¡es improvisada! Y me encanta porque su actor principal me tiene loca, enamorada.
A veces ni me acuerdo de cómo era mi vida antes de que naciera Emma. María Arroyo. Monitora de IKEA Smaland La Gavia. Mamá de Emma. Octubre 2016

Sara, profesora de Yoga en Froggies

 Cómo te cambia la vida la maternidad

“De todo los años que llevo en el camino del auto-conocimiento y desarrollo personal, sin duda, desde que soy mamá, he empezado la etapa más transformadora y sanadora.

El espejo diario a través de mi hija me da la oportunidad constante de reconocerme, saber quien soy, de donde vengo y dónde quiero ir. La vida es energía en movimiento, fuerzas que se atraen y se repelan, impulsos que se condensan y luego se expanden, vibraciones que se complementan y que también se oponen dando forma y continuidad a la magia de la Vida.

Todo forma parte de lo mismo, y es el reflejo de quienes nos rodean, de todo lo que nos envuelve y de aquello que nos pasa: lo que nos da la oportunidad de darnos cuenta. El juego de la mente es descubrir, organizar, destruir y volver a construir imágenes internas, pensamientos y emociones.

La experiencia de sentirme parte de un milagro siendo canal de transformación y Vida, sintiendo en mi interior como se iba desarrollando Zoe, ha sido la etapa más feliz de mi existencia. Tomando en cada momento la presencia de cómo la sabiduría innata se pone a disposición del fluir de la Vida; de cómo mi cuerpo se llegó a transformar para albergar algo mucho más que yo misma, más allá de mí misma.

Una vez Zoe presente, la transformación sigue y es desde el corazón, la crianza es la mayor escuela que me permite conectar y alinear lo que hago con lo que siento y pienso. Las sensaciones, emociones y sentimientos que experimento desde mi vínculo y relación con mi hija son a un  nivel tan profundo que realmente me envuelve esa fuerza de Unión, de mi misma con aquello que está más allá de mi misma. Es mi gran Maestra, ¡Gracias Zoe!” Sara. Profesora de Yoga en Froggies, y mamá de Zoe.

Sandra, socia de Madrid

“A mí la maternidad me dio un giro de 180º. Me hizo replantearme patrones y creencias que hasta ese momento los había visto como normales. Partiendo de ahí, quise aprender más y más, empecé devorando libros para terminar formándome en una línea de educación de la que estoy muy orgullosa de ejercitar tanto a nivel personal como laboral. La maternidad ha sido un gran camino de desaprender para volver a aprender.” Sandra Piedrahita. Socia de Madrid. Mamá de Raúl y Laia.

Paloma, narradora

Cómo te cambia la vida la maternidad
Que en qué me ha cambiado la maternidad? ¡Qué pregunta!
Creo que cada día tengo un momento o varios en el que podría decir, “yo antes no era así”, o “si hace 4 años me dicen esto, me parto de risa”.
Me viene contarte que he viajado y vivido en países de tres continentes, con experiencias increíbles e irrepetibles y, mira, sin moverme de casa, nada ha sido tan intenso y tan bello como la maternidad. Tengo un montón de dudas y sin embargo, tomo decisiones firmemente.
Me esfuerzo en controlar mis impulsos y al minuto estoy disfrutando con mis hijos del momento más calmado del día.
He descubierto otra forma de entender el tiempo, el espacio, la limpieza y el orden. Estando sola y acompañada a la vez, me siento más consciente, más flexible, más crítica y más feliz. Paloma Balandis. Narradora y Mamá de Candela y Alejandro.

Amaia, directora Froggies Baleares

“Metamorfosearme en madre ha sido el mejor regalo que me ha dado la vida. Mi forma de darle las gracias es desplegar mis alas conscientemente y convertirme en una madre que ama la vida, desde el centro del corazón y volando por encima de todo.” Amaia. Directora Froggies Baleares. Mamá de Kai y Jon.

Cristina Saraldi, alma Froggies

Convertirme en madre fue abrir una puerta a otra manera de sentir, de poner consciencia y de darme cuenta. Me ha cambiado la manera de ver el mundo y de relacionarme con él. Me considero una persona más respetuosa con la vida de cada uno, aun arrastrando muchas sombras que me hacen equivocarme.
Sólo puedo agradecer a mis hijos, mis maestros, el haberme elegido para poder hacer un trabajo personal a su lado. Porque, sin duda, la vida cada vez es más rica, difícil y bonita a partes iguales. Gracias hijos. Cristina Saraldi, mamá de Cloe, estrella y Kian.

Así es cómo les ha cambiado la vida a nuestras mamás Froggies. Y tú, ¿te has sentido identificada con alguna de sus experiencias? ¿Cómo te ha cambiado la vida la maternidad? Nos encantaría que nos lo comentaras aquí debajo.

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Rocío Hernández

Desarrollo de Negocio

Érase una vez… el destino, que hizo que un día froggies se cruzara en mi camino para recordarme lo bonito que es crear.

De pequeña soñaba con… ser médico 😉

Se me da requetebién… escuchar. Creo que es súper importante el escuchar para poder entender mejor al que tienes enfrente y poder sorprenderle.

Mi helado preferido es de… ¡hielo! Soy mucho mas de heladitos de hielo que de leche… Viva el Calipo de fresa

Me divierte la palabra… chirimoya. Recuerdo una noche de primavera en la época universitaria, organizando un viaje con amigas, estábamos haciendo la reserva de vuelos para ir a Mallorca. No teníamos internet así que estábamos al teléfono haciendo la reserva. Cuando el chico de la aerolínea preguntó por una contraseña para la reserva, la primera palabra que se me ocurrió fue Chirimoya. De pronto nos entró la risa floja a todos (incluido el chico al otro lado del teléfono). Desde entonces me encanta la palabra.

Si inventara un juguete sería… de madera, seguro. Me gustan los materiales naturales: madera, lana, telas, tierra, piñas…

Del baúl de mis recuerdos rescataría… un viaje a Costa Rica con mis padres, años 90. Yo tendría unos 12 años. Viajamos durante casi un mes con un coche alquilado por gran parte del país. Recuerdo desayunar zumo de sandía y tortilla ¡rodeada de ranas, lagartijas y monos!

Mi planeta imaginario… tiene mucha agua, plantas, colores y aire fresco.

Dentro de 20 años me imagino… disfrutando de lo que hago, teniendo tiempo de viajar y disfrutar con familia y amigos.

Para mí la infancia es… inocencia, ilusión y sorpresa.

Envelope Phone-alt

María​ Sanz

Froggies Tenerife

Érase una vez… un pajarito “canario” que se convirtió en rana.

De pequeña soñaba con… ser grande. Ahora sueño con ser pequeña 🙂

Se me da requetebién… pasármelo bien (jeje).

Mi helado preferido es de… ¡¡CHOCOLATE!!

Me divierte la palabra… canchanchán.

Si inventara un juguete sería… ¡Uy! No sé qué juguete sería pero sí qué tipo: sostenible, didáctico y creativo.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… todas y cada una de las personas que me han aportado felicidad.

Mi planeta imaginario… ¡mucho verde froggies!

Dentro de 20 años me imagino… feliz, muy feliz disfrutando de la vida 🙂

Para mí la infancia es… un periodo en el que la magia no tiene…

Envelope Phone-alt

Begoña

Coordinadora

Érase una vez… una niña que soñaba con crear, con escribir, con jugar con las historias que surgían de su imaginación. Érase una vez una niña que, a los 12 años, escribió un libro de cuentos que guardaba tímidamente en un cajón sin enseñárselo nunca a nadie, por temor. Érase una vez una niña que creció, que venció al temor, que se hizo actriz y cuentacuentos y que, tras ello, permitió a la mujer en la que se había convertido seguir jugando como la niña que siempre había sido.

De pequeña soñaba con… ser profesora, actriz y escritora.

Se me da requetebién… transmitir, compartir y contagiar a los demás mi pasión por la interpretación, los cuentos y los juegos.

Mi helado preferido es de… menta con chocolate.

Me divierte la palabra… Hipopótamo. Si juegas a pronunciar con más énfasis algunas sílabas frente a otras se convierte en un juego de lo más entretenido en el que la propia palabra adquiere significados imposibles y divertidos. Os invito a probarlo:
hi-PÓ-potamo
hipo-PÓ-tamo
HÍ-popotamo
hipopo-TÁ-mo

Si inventara un juguete sería… un juguete de creación de historias y construcción de personajes.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… cuando mi abuelo Eloy, tras verme por primera vez sobre un escenario, a sus 90 años, me dijo: “Pase lo que pase, tú no te rindas nunca”.

Mi planeta imaginario… es un planeta verde, con aire limpio, mucha comprensión y escucha entre sus habitantes, mariposas y música suave por las calles.

Dentro de 20 años me imagino… más viejita por fuera pero con la misma energía infantil y alegría de vivir por dentro.

Para mí la infancia es… Felicidad, sueños, aprendizaje y crecimiento.

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Egoi Saraldi

Director Financiero

Érase una vez… un mundo mejor.

De pequeña soñaba con… NBA.

Se me da requetebién… tratar con la gente.

Mi helado preferido es de… limón.

Me divierte la palabra… Agustín.

Si inventara un juguete sería… Lego.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… mi año Erasmus.

Mi planeta imaginario tiene… poca gravedad… ¿para qué tomar la vida en serio, si al fin y al cabo no saldrás vivo de ella? Groucho Marx.

Dentro de 20 años me imagino… como un experto soñador.

Para mí la infancia es… jugar, reir, disfrutar… y sin darte cuenta… crecer.

Instagram

Cristina Saraldi

Directora General

Érase una vez… una ranita llamada Dorty que cobró vida tras recibir un lindo abrazo. Desde entonces, Dorty confiaba en sí misma y en recurrir a los demás para conseguir cumplir cada uno de sus sueños. Tanto tanto, que con sus propias manos construyó un barquito con cáscara de nuez y se lanzó a surcar los mares. Aún hoy, sigue navegando por los confines de sus diversos mundos…

De pequeña soñaba con… ser escritora y presidenta del gobierno (¡¡¡¡Toma ya!!!!)

Se me da requetebién… iluminar mi vida y la de los demás. Crear con ese propósito y sentir desde ese lugar.

Mi helado preferido es de… sorbete de ranas.

Me divierte la palabra… esternón. Sin embargo, lo que más me gusta son los juegos de palabras y las rimas. Y me encanta que croar, criar, crear y crecer empiecen igual… (¡¡y Cris!!).

Si inventara un juguete sería… un tele-transportador con purpurina de colores. Y si contamos un juguete hecho con mis manos, ya lo he inventado: un calendario semanal para mi hija, que así va identificando los días poco a poco. Creo que iré inventando más según las necesidades que me vayan surgiendo como madre.

Del baúl de mis recuerdos rescataría… las horas de juego con mis hermanos y mis papás. Sin embargo, las que más me vienen a la cabeza son las pasadas con mi prima Inés y mi vecina María construyendo ciudades y relaciones con nuestras muñecas.

Mi planeta imaginario… tiene mucha agua, árboles con copas de corazón y playas de todos los colores. No habría coches más que para viajar. El vehículo sería la bici y las personas se tratarían con respeto. Mi planeta imaginario está regido por el amor y no hay dinero. Todo funcionaría a través del trueque. Se entendería la vida como una mezcla de relaciones y experiencias que nos harían a todos crecer. Los niños estarían, sin duda, valorados y se les escucharía y tendría en cuenta a la hora de cualquier decisión de la comunidad.

Dentro de 20 años me imagino… feliz, con vistas al mar y pudiendo dedicarme al menos un par de horas al día, a mí misma y a los míos. Me veo co-dirigiendo Froggies y disfrutando mucho de todo lo que hago. Porque como dice mi madre, lo compartido sabe mejor.

Para mí la infancia es… la etapa más mágica de la vida en la que se forman los recursos que obtendremos en la vida adulta. Creo que es indispensable que sigamos siendo niños “por siempre jamás”.

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