2009 comenzó un sueño
2009 comenzamos un sueño. 2019 seguimos soñando, cada vez más alto y cada vez más lejos.
Si miro hacia atrás no puedo más que agradecer a la vida cada uno de los aprendizajes que hemos vivido.
Este 2019 es un año especial, no solo porque cumplimos 10 años sino porque consolidamos relaciones con clientes y comenzamos con algunas nuevas.
Si pensamos en el número de sonrisas que hemos encendido en este tiempo, solo podemos seguir dando gracias. Más de 5.000 eventos y más de 25.000 sonrisas. Se dice pronto, aunque sabemos que hay mucho esfuerzo detrás.
Somos muchas las ranitas que nos hemos esforzado por ofrecer una mirada respetuosa a la infancia. En este 2019, seguimos croando juntas #PorUnMundoMasFroggies. Por ese sueño que empezó en 2009 y que nuestras distintas maternidades, nuestra formación y nuestras ganas de mejorar este mundo, nos siguen llevando a nuevos sueños 10 años después.
Porque como dice este cuento que hoy te regalamos, podemos marcar la diferencia con nuestras acciones individuales. Y nosotras seguimos apostando por un cambio en la mirada a la infancia, por multitud de juegos divertidos y cooperativos, por espacios de juego libre, por ludotecas maravillosas y por cuadernos y juegos en papel donde nos retemos a nosotros mismos creciendo y divirtiéndonos.
Gracias a ti que nos lees por seguir confiando en Froggies y formar parte de este sueño.
Te dejamos un post antiguo con multitud de actividades para el verano.
Esperamos que te guste este cuento y busquemos muchas estrellas de mar donde marcar la diferencia.
El escritor y las estrellas de mar
Érase una vez un escritor que vivía en una playa tranquila, junto a una colonia de pescadores. Todas las mañanas, temprano, paseaba por la costanera para inspirarse. Sin embargo, por las tardes se quedaba en casa escribiendo.
Un día, caminando por la orilla en la playa, vio una figura que parecía danzar. Al aproximase, observó a una joven cogiendo estrellas de mar de la arena y, una a una, la arrojaba de vuela al océano.
-¿Por qué estás haciendo esto? –preguntó el escritor.
-¿No lo ve? –dijo la joven-. La marea está baja y el sol está brillando. Si la dejo en la arena, se secarán al sol y se morirán.
– Mujer, existen miles de kilómetros de playa en este mundo y cientos de miles de estrellas de mar desparramadas a lo largo de tantos kilómetros. ¿Qué diferencia hace? Tú devuelves algunas al mar. Pero la mayoría morirá de cualquier forma.
La joven tomó una estrella más de la arena y la arrojó de vuelta al océano.
Miró al escritor y dijo:
– Para esa, yo hice la diferencia…
Aquella noche, el escritor no logró dormir; tampoco pudo escribir.
Por la mañana fue a la playa, aguardó a la joven y junto con ella, comenzó a devolver estrellas al mar.
del libro “Coaching. El Arte de Soplar Brasas”, de Leonardo Wolk.