¿Son los abuelos responsables de las vacaciones escolares de sus nietos?

Sí, este tema tan polémico y agotador. Cada vez que los niños no tienen cole, se alza al vuelo un interesante debate acerca del papel de los abuelos en la crianza y educación de sus nietos.

¿Son los abuelos responsables de las vacaciones escolares de sus nietos? ¿Tú qué opinas? Para mí, la respuesta está clara: no, rotundamente no.

Es cierto que cada situación es un mundo, nunca mejor dicho. Sin embargo, creo de corazón que somos los padres los únicos responsables de esas vacaciones escolares. No sólo de esas vacaciones, sino también de haberlos tenido. Y por ello, de asumir las consecuencias y responsabilidades de tener hijos.

Y entre otras también, de ser hijo, y de poner consciencia en la importancia de la relación que deben tener nietos y abuelos. De todo lo que enseñan los abuelos y de todo lo que aprenden de los nietos (si es que se dejan), lo hablaré en otro post, porque sin duda es uno de los temas que más me gustan acerca de la relación tan bonita que debe existir entre abuelos y nietos.

Una vez te conviertes en padre o madre, el agotamiento es uno de los rasgos en común. A no ser que tengas mucha ayuda en casa y puedas descansar (que no conozco esos casos aun con ayuda), tener hijos es cansado. Es satisfactorio para la mayoría de los padres, claro que sí, pero criar y educar agota.

No sólo físicamente, sino emocionalmente también. Y por todo esto, pedir ayuda es maravilloso. Tener una tribu que te apoye, tener amigos, familia o ayuda contratada que te eche una mano con la casa y con los niños, pueden ser las mejores soluciones a las no soluciones de la maternidad. Todo es válido. Incluso recurrir a los abuelos es una de las opciones. Habitualmente la más utilizada por los españoles. Y todo, hecho con cabeza, es maravilloso. ¿Y si además compartimos tiempo con nuestros hijos y sus abuelos? Qué bonito para todos, padres, hijos y nietos juntos…

Así que dicho todo esto, y teniendo en cuenta lo difícil que es ser madre o padre, ¿dónde está el límite entre pedir ayuda y abusar?

Al hilo de todo esto me pregunto, ¿es justo que los abuelos acarreen con la responsabilidad de las vacaciones escolares de los niños? Claro está que muchas veces no queda otra opción. Y claro está que, aunque exista, quien recurre a ello, a veces busca excusas para justificar el pedir a los abuelos este esfuerzo.

Que si no me llega, que si cuesta mucho, que si reducciones de jornada no compensan, que si entonces no tengo vacaciones con mi pareja más que una o dos semanas, que si bla que si blo que si blu…

Recurrir a los abuelos, según mi punto de vista y el de mucha gente, debería ser un placer, un disfrute y una oportunidad de compartir experiencias, de disfrutar, de jugar y de crecer juntos.

Y eso no se consigue con muchos días ni muchas horas juntos. ¿Y por qué? Porque los niños agotan. Porque hasta “los más fáciles” dan trabajo. Porque los niños son niños y deben seguir siendo niños.

Y sobre todo, bajo mi punto de vista, no deben encargarse de las vacaciones escolares de sus nietos porque son muy largas y es mucho tiempo. Y porque romper el cordón umbilical ayuda, no sólo a ti, sino a tus hijos.

Ellos ya han pasado por eso, ya te criaron a ti.

Ahora los abuelos se merecen disfrutar. Y disfrutar con la boca bien grande.  Nadie, estando de verdad, con presencia y sin apenas tele, disfruta de los niños pasando mucho tiempo con ellos. Si tú te cansas, los abuelos se cansan. Si están mucho tiempo, se comen los enfados, las inseguridades, la frustración y los miedos de los nietos. Y algunas veces hasta de los padres de los nietos.

Entiendo que recurrir a los abuelos debería ser algo que debe hacerse con criterio y con opción. Por prescripción médica nietos y abuelos deberían pasar un tiempo juntos. Cuando los abuelos quieran, sin obligaciones (más que las justas y necesarias).

Los abuelos nunca dirán que no a un hijo. Ahora tú como hijo piensa, ¿satisfacer tu necesidad satisface la de tus padres? ¿Qué podrías hacer tú para encontrar un punto medio donde todos colaboren pero sin agotarse?

Sin duda es un tema polémico, y me encantará escucharte. Y si te animas, me nace invitarte, desde ese lugar sincero que existe dentro y fuera de nosotros, a cuestionarte aspectos de tu vida. Creo de corazón que, muchas veces, abusamos de los abuelos, rozando el egoísmo y pretendiendo que ellos, que están en un proceso de vida de disfrute, asuman unas responsabilidades que no les corresponden, no sólo en cantidad, sino sobre todo en calidad. Hasta yo misma este año, con casi 6 años de Cloe, dije que sí a mi madre a la petición de estar dos semanas en la playa con ellos… ¡Dos semanas! A la vuelta les vi tan cansados que me prometí que no repetiría tanto tiempo, salvo que la viera mucho más mayor (a Cloe) y salvo que fuera una necesidad imperiosa (¿que el mundo se fuera a acabar?). Desde que fui madre, hemos pedido ayuda a los abuelos de mis hijos cuando lo hemos necesitado (poco puede ser porque viven en otras ciudades). Siempre que me la han aceptado sin problemas, he contado con ellos, pero nunca sin estar yo a su lado. Porque una cosa es unas horas, y otra muy distinta para mí es no tener esas pocas horas de desconexión de niños. ¿Tú no tienes ganas de la vuelta al cole? Me consta que muchos, que no tenemos apoyo cerca, o que somos autónomos, sí 😉

Antes de terminar quiero agradecer, no sólo a nuestros abuelos, sino a todos los abuelos del mundo que se entregan y ofrecen esa magia necesaria en el linaje familiar. Porque los abuelos son parte de la esencia famiiar, porque son ellos quienes trasmiten costumbres familiares, historias pasadas y aventuras únicas. Porque ¿quién de nuestra generación no recuerda batallitas de guerra contadas por sus abuelos? Si no fuera por ellos, esas historias reales y otras muchas de tradición oral, morirían. Y no queremos eso. Por muchos abuelos y muchas historias, porque sin ellos, la vida de un niño es, simplemente diferente.

Así que para terminar este post, me pregunto y te invito a preguntarte, qué es lo que buscas, qué es lo que quieres. Porque poner autocrítica también es una manera de mejorar el mundo. #PorUnMundoMásFroggies