Juego como motor del neurodesarrollo
Los niños pequeños no paran. Parece que tuviesen un motor. Para crecer y aprender necesitan explorar el mundo, y lo mejor es dejar que se muevan a su ritmo. Para ello, el juego es una herramienta fundamental.
Con o sin juguetes los niños juegan todo el rato, para ellos todo es un juego. Incluso las situaciones que para un adulto deberían ser serias y formales, son un motivo de juego.
Esto es porque el juego es esencial para su neurodesarrollo. Jugando los niños adquieren habilidades físicas, cognitivas, emocionales y sociales que luego serán fundamentales en su vida adulta.
Muchas son las ocupaciones o la organización de nuestra vida diaria que le quitan tiempo al juego. No se trata de no hacer otra cosa que jugar, se trata de dar al juego la enorme importancia que tiene y buscar momentos para jugar, no de vez en cuando sino cada día. De hecho, el juego es un derecho protegido por la Convención de Derechos del Niño de la ONU.
El juego, como todos los elementos en el desarrollo de un niño, requiere de un proceso natural ordenado. Estos son algunos consejos con respecto a esta cuestión:
¿Qué podemos hacer para ayudarle a desarrollar sus habilidades?
- A los dos años proporcionarle un coche o juguete para que pueda subir y desplazarse con los pies. Posteriormente un triciclo que pueda pedalear.
- Poner música y animarle a jugar moviéndose siguiendo el ritmo.
- Saltar: imitar animales que saltan, saltar de un pie a otro, saltar con una cuerda.
- Correr: juegos al aire libre: el pilla-pilla, lanzar una pelota.
- Dar patadas: balones, pelotas.
- Subir y trepar: escaleras, un monte, un árbol, un elemento de un parque, cuerdas, etc.
Y a la hora de jugar, algunas recomendaciones para que lo haga de forma segura:
- Que un adulto vigile al niño durante el juego.
- No dejarle que juegue a inflar globos pues podría atragantase ya que los globos son muy difíciles de ser expulsados.
- Vigilar la relación con los animales (perros y gatos) tanto si son de la familia como si están en las zonas de juego.
- Evitar que tome alimentos mientras corre y juega, porque puede atragantarse.
- Buscar sitios seguros como parques y espacios abiertos donde no haya peligro de coches.
- Instruirle en normas de seguridad como, por ejemplo, no correr detrás de una pelota que salta a la calle, no coger cosas del suelo ni comerlas etc.
Es muy importante preparar a los hijos para el futuro, pero aún más lo es encontrar el equilibrio que les permita disfrutar de su presente, de su infancia… ¿a que a veces echas de menos la tuya?
Y recuerda: si tienes alguna duda, siempre puedes contar con el servicio de consultoría de #Froggies escribiéndonos a hola@froggies.es
¡A jugar!
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