Por qué doy teta. 52 razones de Cristina Saraldi

Cuando nació Cloe estuve mucho más “tetacomunicadora” que ahora con Kian. Imagino que la lactancia fue sin duda uno de los motores que me llevaron a meterme de lleno en absorver y formarme en todo lo que me inquietaba acerca de la infancia, maternidad y familia.

Me ratifico en que la lactancia es lo mejor para mis hijos y mi experiencia, así me lo demuestra. Antes de ponerme a explicar mis razones, quiero dejar claro que aquí estoy hablando de mi experiencia, que es mía, y es tan válida como cualquier otra.

Que la leche materna es lo mejor, es evidente. Que hay mujeres que deciden no alimentar a sus hijos con leche materna, también. Y que cada una tiene sus motivos más que válidos, también.

Yo sólo hablo de mí misma y de cómo la lactancia materna es la mejor opción sin pensar en el contexto. Una vez entra la realidad de cada familia, que la vida siga su curso y ¡feliz maternidad y paternidad!

Aunque cada año procuro aportar mi granito de arena a la semana de la lactancia materna. Hoy quiero hablaros de mis 52 razones por las que doy teta. Que ni más ni menos, son las mías y seguro que me olvido de muchas más.

52 razones por las que doy teta

  1. Porque puedo
  2. Porque quiero
  3. Porque
  4. Porque me gusta
  5. Porque nos gusta
  6. Porque lo disfruto
  7. Porque es lo mejor que puedo ofrecer a mi hijo
  8. Por el vínculo tan bonito que estoy creando
  9. Por sus miradas
  10. Por mis miradas
  11. Por nuestras miradas
  12. Por los momentos tan especiales que vivimos y hemos vivido gracias a la teta
  13. Porque los despertares nocturnos los llevamos mejor
  14. Porque después de haber dado 40 meses teta a Cloe tan bonitos, quiero disfrutar con Kian hasta que los dos queramos
  15. Por los múltiples beneficios: nutrición óptima, digestión fácil, crecimiento y desarrollo óptimo, desarrollo intelectual, facial, interdental, recuperación, apego, equilibrio emocional, ecología, ahorro…
  16. Por el calostro como oro líquido, un regalo de la naturaleza para los recién nacidos
  17. Porque el calostro ayuda a eliminar el meconio (primera deposición)
  18. Porque el calostro estimula la maduración de los sistemas del niño
  19. Por cómo protege la enfermedad hemorrágica gracias a los antioxidantes
  20. Por su cantidad más baja de proteína VS cualquier otra leche animal
  21. Por el proceso tan maravilloso que es que nuestro cuerpo se autorregule pasando por diferentes etapas durante la lactancia
  22. Por cómo al nacer el calostro se transforma en leche de transición, que irá regulándose según las necesidades del bebé
  23. Por la, para mí, mágica relación que se genera entre succión y producción. Cómo cada vez que succiona el bebé, nuestro cerebro recibe la orden de que hay que producir y va y produce
  24. Por la variación tan grande que vive la lactancia materna. No sólo entre madres distintas, sino entre la misma madre, entre las dos mamas, entre distintos momentos, entre la misma toma y entre distintas etapas de la lactancia. ¿Esto no es muy fuerte? Que el niño tenga catarro y la saliva en contacto con el pezón hagan que el mensaje que envíen al cerebro sea “a producir más defensas, que nos viene un catarro” y que esto suceda, defendiendo más al bebé, me sigue demostrando lo bien hechos que estamos los animales. Y cómo la sociedad nos empeñamos en no creer que estamos tan bien hechos
  25. Por su 88% de agua que beneficia el equilibrio del niño
  26. Por su 0,9g/100ml, que pese a ser el que menos % de proteína tiene versus cualquier otra leche animal, es la ideal para el crecimiento óptimo del niño
  27. Por la composición de la proteína de la leche humana: 30% de caseína y 70% de proteínas del suero
  28. Por la prolactina, que me ayuda a sobrellevar los días sin haber descansado óptimamente. Cuando dejé de amamantar a Cloe empezó mi cansancio. Me maravilla cuando no duermo apenas y sigo tan activa o más que cualquier otro día
  29. Por la oxitocina, esa hormona del amor que nos acompaña en la producción de la leche
  30. Por la inmunoglobulina y su protección
  31. Por cómo al final de cada mamada, la cantidad de grasa es más alta (de 4 a 5 veces más grasa) y cómo observar en ese momento que Kian me dice, “ota tita mamá“, con esa mirada de amor absoluta
  32. Por lo rica que es en ácidos grasos poliinsaturados
  33. Por todas las vitaminas que tiene. Y cómo la deficiencia de vitaminas en niños amamantados es rara, aun habiendo madres desnutridas que amamantan
  34. Por sus minerales: zinc, calcio, selenio, cobalto, cromo, manganeso, aluminio, plomo, cadmio, yodo…
  35. Por sus nutrientes vivos, que aún hoy estoy sorprendida al ver el vídeo de la leche de fórmula y humana al microscopio
  36. Por su capacidad inmunológica
  37. Por su propiedad antialérgica. Y por la alta sensibilidad de los niños a la leche de vaca. Es responsable del 20% de las alergias infantiles (Gerrard, JW: Allergy in infancy, Allerg. Pediatrics Ann 3:9 Oct. 1974)
    debido a que la mucosa intestinal del lactante no tiene un mecanismo que impida el paso de proteínas enteras a la sangre
  38. Porque la leche de fórmula está preparada con leche de vaca (salvo la de soja) y sus componentes son muy diferentes a los de la leche humana
  39. Por esa sensación de disfrute máximo que les pone los ojos en blanco de placer
  40. Por ser protagonista de la evolución de la comunicación, con gestos y con palabras, convirtiéndose en mi caso en una de las primeras palabras en decir. Tita y tetaaaaa
  41. Porque me siento motor de cambio hablando de lactancia, disfrutándola y visibilizándola
  42. Por la cantidad de veces que los niños con los que comparto experiencias, me preguntan sobre lactancia, con ganas de comprender cómo podemos producir leche las madres. Ellos son el presente, que tienen mucho futuro por delante
  43. Porque me ha regalado haber amamantado al hijo de una amiga, teniendo así un hijo de leche, que me llena de orgullo
  44. Porque también Kian ha sido amamantado por una amiga muy especial y tanto Cloe como Kian tienen hermanos de leche de dos familias muy queridas
  45. Porque me ha permitido donar leche, algo que me parece uno de los mayores actos de amor que existen, dentro de mi visión cooperativista del mundo
  46. Porque me ha abierto un mundo maravilloso donde conforme más me informo sobre lactancia y maternidad, sólo sé que no sé nada.
  47. Porque creo de verdad la teoría de Kika Baeza que habla de cómo el amor es insustituible y cómo los aprendizajes en una lactancia prolongada son enormes (Os recomiendo comprar su libro Amar con los brazos abiertos)
  48. Por todo lo que me aporta a mí y que aún ni lo sé
  49. Por todo lo que aporta a mis hijos y que aún ni lo sabemos
  50. Por todo lo que aporta a la sociedad y aún no todo el mundo lo sabe
  51. Por evitar los múltiples riesgos que tiene la leche de fórmula
  52. Y repito, porque puedo, porque sé, porque quiero y porque me gusta.

Uno de los motivos por los que me parece relevante de cara a muchas personas es porque lo dice la OMS. 6 meses de lactancia exclusiva y hasta los 2 combinando con otros alimentos. Y desde los 2, hasta que la madre y el hijo quieran… Y si lo dice la OMS, supongo que será relevante.

No puedo evitar hablar de cómo cada uno es libre de hacer lo que quiera, siempre que las decisiones se tomen de manera informada y sentida. Bien con libros o bien con uno mismo, lo importante es estar tranquilo con la decisión que cada uno toma. Y de ahí, entender que los demás hacemos lo mismo.

Hoy comparto este post de por qué doy teta porque quiero, y porque sin duda, es mi experiencia y decisión. Gracias por leerme. Si te animas a compartir tus porqués, encantada estaré de leerte en los comentarios.